En un juicio abreviado, la Fiscalía de Robos y Hurtos I, en conjunto con las víctimas y las defensas, acordó la pena de 9 años de prisión para unos de los imputados por ser el autor material de los hechos, y de 2 años y 6 meses para el otro por el delito de encubrimiento.

La Fiscalía, representada por el auxiliar Miguel Fernández, acusó al principal imputado, Rodrigo Costilla (19), de comprar una moto sabiendo que había sido sustraída y con ese mismo rodado salir a cometer tres robos a mano armada, en la vía pública, en un lapso de apenas media hora. En tanto que Juan Argañaraz (24) fue imputado por ofrecerle ayuda a Costilla para vender los bienes de las víctimas y, a cambio, obtener una recompensa económica.

Cuando se dirigían a concentrar la venta, ambos fueron interceptados por personal policial y aprehendidos.

Tras declarar admisible el juicio abreviado, en su resolución el juez interviniente consideró a Costilla autor penalmente responsable de encubrimiento por receptación agravado por ser delito precedente especialmente grave, y coautor de los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego, en concurso real en dos oportunidades por robo agravado por el empleo de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse acreditada.

Mientras que a Argañaraz se lo acusó de ser autor del delito de encubrimiento por favorecimiento real agravado por actuar con ánimo de lucro. Al recibir una pena de ejecución condicional deberá cumplir con unas reglas de conducta, entre ellas: fijar y mantener un domicilio, iniciar un curso de oficio para ingresar al mercado laboral, abstenerse de consumir estupefacientes y bebidas alcohólicas, y prohibición de portar armas.

Las cuatro imputaciones a Costilla:

1) El 26 de marzo del 2021, a horas 06:00, un hombre estaba en Pasaje Baaclini, entre calles Chacabuco y Buenos Aires, cuando un sujeto no identificado y Costilla se hicieron presentes a bordo de la motocicleta Yamaha Crypton 110 de color negra. El cómplice del imputado permaneció sobre el rodado para alertar sobre cualquier circunstancia que pudiese impedir su cometido y para facilitar la posterior huida, mientras que Costilla, esgrimiendo un arma de fuego, se aproximó a la víctima y le quitó una mochila, un chaleco, una billetera con $8.000 y documentación. Finalmente, se subió a la moto y junto al otro delincuente se dieron a la fuga.

2) El mismo día, apenas unos minutos después, a las 06:10 horas, un empleado de Salud se encontraba en la parada de colectivo ubicada en calle 9 de Julio al 4.800, cuando un sujeto no identificado y el ahora condenado aparecieron en la misma moto. Costilla se bajó portando un arma de fuego tipo revólver, luego descendió su cómplice y ambos se acercaron al hombre para exigirle la entrega de sus pertenencias. Le robaron su mochila con numerosa documentación personal y laboral, para luego ambos a bordar ell motovehículo y emprender la huida.

3) No conformes con el raid delictivo que encararon, ese 26 de marzo, a las 06:30, un hombre caminaba rumbo a una parada de colectivos de la línea 18, en avenida Independencia, cuando al llegar a intersección de calles Matienzo y Larrea arribaron Costilla y un cómplice a bordo de la Yamaha Crypton. Nuevamente el imputado, esgrimiendo un arma de fuego, y el otro sujeto se dirigieron hacia la víctima y le sustrajeron –entre otros bienes– un teléfono celular, una billetera que contenía $3.000, una mochila y escaparon del lugar.

4) Entre el 25 y el 26 de marzo, Costilla adquirió de parte de un sujeto no identificado la motocicleta Yamaha Crypton 110 color negra, con pleno conocimiento de que provenía de un hecho ilícito ocurrido el 25 de marzo a las 17:40 horas cuando la víctima, una mujer, circulaba junto a su hija menor de edad en su rodado y, al llegar a su domicilio ubicado en Pasaje D’Andrea al 3.400, fue interceptada por dos sujetos, esgrimiendo uno de ellos un arma de fuego con la cual apuntó a la señora exigiéndole la entrega de su rodado y pertenencias, quitándole su celular para después subirse junto a su cómplice a la moto, dándose a la fuga.

El 26 de marzo del 2021, entre las 06:30 y 07:00 horas, Costilla se hizo presente en el domicilio de Argañaraz a bordo de la moto robada para pedirle colaboración para vender los celulares previamente sustraídos. Bajo la promesa de obtener un beneficio económico por parte de Costilla y con pleno conocimiento de que los teléfonos provenían de uno o más hechos ilícitos, decidió ayudarlo acompañándolo hacia un lugar presuntamente ubicado en inmediaciones de avenida Alem y Las Piedras.

Pero, antes de llegar a su destino, fueron interceptados por personal policial de la División Patrulleros y Motoristas 911 Capital, quienes redujeron a ambos sujetos, procediéndose al secuestro de un arma de fuego tipo pistola marca Bersa, calibre 22, con ocho cartuchos, como así también de elementos que habían sido previamente sustraídos a las víctimas. Posteriormente, se secuestró el rodado y se procedió a la aprehensión de sus ocupantes.